Thursday, July 26, 2007

RECUERDOS

Nos gusta guardar nuestros recuerdos, los buenos recuerdos. Tenemos tanto miedo a olvidarlos que escribimos diarios, los dibujamos, tomamos fotografías de los viajes, de los cumpleaños, de los eventos importantes o no tan importantes para demostrar que existieron. Creo que los humanos tenemos la tendencia a vivir en el pasado; pero así como atesoramos algunos recuerdos quisiéramos olvidar otros, esos que nos ponen tristes, pero sobre todo quisiéramos olvidar los que nos hacen sentir miserables.

Es increíble la cantidad de recuerdos buenos que terminamos olvidando, pero los malos, los que nos duelen, se aferran a nuestras neuronas como sanguijuelas, muchas veces para convertirse en nuestro secreto, en nuestros fantasmas y en nuestros demonios.

Nuestros recuerdos son importantes nos ayudan a reconocer nuestros errores de nuestros aciertos. Nuestros recuerdos son importantes siempre y cuando no te arrastren tus demonios al pasado.

Los malos recuerdos nos llevan a lamentarnos, a sufrir una y otra vez por la misma situación, como las réplicas de un sismo.

Nuestros recuerdos son importantes aunque sea una caja de promesas rotas.

Nuestros recuerdos son importantes aunque no dejar que te arrastren los demonios es casi imposible.

* Véase también “Muerte” publicado en este espacio el 16 de septiembre 06