Monday, December 21, 2015

Todos merecemos ser amados

Creo que todos merecemos ser amados. Ser tratados con amor y respeto. 

No hay nada mejor que rodearte de gente que te quiera. Gente que hace cosas por ti, por que te quiere. Gente que piensa en ti. No sólo aplica el aspecto “romántico”.

Veo a padres regañar a sus hijos, sin respeto. Veo “amigos” que tienen relaciones por conveniencia, por poderío.  Veo parejas, pelearse a gritos, perdiéndose el respeto. No puede existir amor, si primero no existe respeto.

Creo que la diferencia en el mundo la hacen el respeto y el amor a los otros. 


Merecemos ser amados y rodearte de gente que te quiere es fundamental. Tener amigos que te digan lo mucho que te quieren es, extraordinario.

Monday, December 14, 2015

El Duelo


 No hay para mí prueba más fehaciente de lo maravilloso que es el cuerpo humano que el proceso de duelo. Les voy a platicar sobre el duelo. El duelo es el proceso emocional por el que pasa el ser humano al sufrir una pérdida. Tener una ruptura amorosa,  perder el trabajo, perder la salud, una mascota y por supuesto la pérdida de un ser querido, genera procesos de duelo.

La pérdida de un ser querido creo es el duelo más profundo que puede sentir el ser humano. Según los especialistas, el duelo, se compone de 5 etapas: negación, ira, negociación, dolor emocional y aceptación. Según otros especialistas éstas fases no son consecutivas; puedes saltar de una a otra y repetirse en un ciclo que no debe sobrepasar los 6 meses; si eso sucede se recomienda buscar ayuda profesional.

Mi padre falleció hace 1 año 7 meses, específicamente no sé, ni me he preocupado en saber si cumplí con las fases del duelo. Es una pérdida que me sigue sentando del carajo, honestamente.

Aunque hace poco estaba reflexionando sobre cómo me sentía exactamente inmediatamente después de su muerte, recuerdo no haber llorado en el funeral lloré antes y después del servicio, pero no durante.  Cuando descubrí que había fallecido y yacía plácidamente en su cama sentí como mi pulso se iba acelerando y mi cuerpo comenzó a temblar incontrolablemente. Después me sorprendieron los nervios de acero al hacer los trámites, elegir la vestimenta, la caja, el proceso, la urna. Yo tomaba decisiones y daba indicaciones como si supiera lo que estaba haciendo, me mantuve alrededor de 36 horas despierta sin parar, apenas comer y en una bruma de sentimientos. Después lloré días enteros.

A pesar del inmenso dolor, la tristeza y la frustración, a la vez había, una sensación indescriptible de amor infinito, de paz, de plenitud, de equilibrio. Yo sentía una dualidad imposible de describir, a pesar del dolor era como el Nirvana. Viéndolo un poco a la distancia es impresionante saber que esa sensación de paz, de plenitud, de equilibrio y de paz interior, que sentí en el momento de la pérdida, no es otra cosa más que tu propio sistema nervioso límbico* tratando de mantener a flote tu cuerpo para que no colapses al duelo. Es tu maldito cerebro manteniéndote con vida y evitando que la depresión llevé todos tus sistemas al carajo.

*Mi suposición es que es el sistema límbico, en realidad no lo sé. No sé si hay una prueba científica a eso o qué dicen los especialistas al respecto, como dicen por ahí “Yo no lo sé de cierto, pero lo supongo”