Sunday, February 04, 2007

Había una vez una princesa cuyo nombre nadie recordará en unos años, que una vez debía llegar a un baile pero no lo hizo pues no tenía carroza. Una princesa que no era esperada ni buscada por ningún príncipe. Una princesa que no tenía un castillo, una que debía portar un magnífico vestido pero nunca lo hizo y que nunca uso tampoco zapatillas de cristal sino más bien zapatos ordinarios...

Tal vz después de todo no era una princesa...

1 comment:

Necio Hutopo said...

O, tal vez, mujer, era una princesa de las que valen la pena...

De las que saben que no hay vestidos, zapatillas ni hadas madrinas... Sino sueños, imposibles y la manera de caminarlos juntos